lunes, 30 de mayo de 2011

Cara Norte del Monte Perdido: un sueño cumplido


En verano de 1986 yo tenía 17 años. Como casi todo vasco, ya había ido al monte con familia y amigos asiduamente, y había subido algún pico en Pirineos, pero nunca uno de los grandes. Ese verano mi tío Santi me llevó al Monte Perdido. Mi primer tresmil. Las sensaciones de aquellos tres días por Ordesa (también fuimos al Tallón) descubriendo la alta montaña se me quedaron grabadas a fuego.
En los siguientes 4 años, volví al Perdido ¡8 veces!: con amigos del colegio, con familia, y finalmente con amigos de la universidad. La última de esas veces fue con 20 años, un invierno, entre el 4 y 6 de diciembre, con botas blandas de cuero que se calaban...habíamos aprendido a usar el piolet y los crampones. Desde la cima del Monte Perdido, mirábamos el precipicio que da hacia el norte, al Balcón de Pineta, y soñábamos con ser alpinistas, y aparecer en esa cima algún día, con dos piolets y crampones, habiendo superado tan magnífica pared.
Ayer, 22 años después, se realizó ese sueño. A las 8:30 de la mañana legábamos Pala y yo a la cima, tras recorrer el glaciar de la cara norte por la ruta clásica. Habíamos vivaqueado en el Balcón de Pineta, y tras una noche magnífica nos pusimos a caminar a las 6:00 de la mañana. El día era perfecto, la nieve estaba dura porque heló bien por la noche. Una huella bien formada, la rimaya tapada y una línea continua de nieve (solo un poquito de hielo chorreando agua en la mitad del corredor superior), nos permitieron subir muy seguido, sin tener que sacar la cuerda.
En la cima coincidimos casi todos los que subimos esa ruta. Unos amigos activistas de Redmontañas habían llevado una pancarta para participar en una jornada de protesta por las agresiones de las estaciones de esquí sobre este medio que tanto amamos. Tras hacernos las fotos de rigor bajamos, con el único contratiempo de tener que esperar en el atasco que se formó en un pequeño rapel de la ruta normal del collado del Cilindro al Balcón de Pineta.
Por último, llegamos al vivac, nos cambiamos y recogemos las cosas. Mochilón a la espalda y todo para abajo ¡Qué larga se me hizo la bajada!

 19:00 horas del sábado. En Wembley el Barça y el Manchester United se preparan para la final de la Champions.

 
Con las primeras luces del día, encaramos el primer corredor, más largo de lo que parece, y tan estético como parece.

La sección intermedia da un respiro para atacar la segunda parte de la ascensión.

 
Nos sacamos esta foto tras salir del glaciar inferior. No hubo que saltar la rimaya, totalmente tapada. De aquí hasta la cima subimos sin parar, ni siquiera a hacer fotos.

En la cima. 8:30 de la mañana con los amigos de RedMontañas.


 
Bajando, una mirada al corredor de salida. Se ven 6 personas por debajo del estrechamiento donde se encontraba el hielo.

 
¡SATISFACTION!

domingo, 15 de mayo de 2011

Territorio de orquídeas, paisaje de hombres

Un corto paseo alrededor de Jaca a mitad de mayo es garantía casi segura de que te encontrarás con hermosas orquídeas. La variedad es enorme, y la belleza y singularidad de casi todas ellas también. Ayer recorrimos el Camino de los Romeros, por las afueras al este de Jaca, una zona de campos y huertos, toda recorrida por acequias para regar, arbolada, muy agradable.



En una pequeña cuesta no cultivada, entre los matorrales de aliagas, tomillo, lavanda, etc. encontramos una gran población de esta orquídea (Orchis militaris), cuya flor asemeja a un militar, con su casco, sus brazos, su tronco, sus piernas y (lo que más gracia hizo a Luna y Alba) hasta con el pito al aire. Además de esta especie, también estaban Orchis purpurea, Ophrys sphegodes, Anacamptis pyramidalis y Gymnadenia conopsea: territorio de orquídeas.
Este trozo de tierra, para los paisanos de por aquí, no pasa de ser un terreno baldío, buen lugar donde tirar todo tipo de basuras, así que entre tanta orquídea, abundaban los botes vacíos de metal y de vidrio: paisaje de hombres.

lunes, 2 de mayo de 2011

Sayerri

Entre las inseguridades del tiempo y los compromisos de agendas, se me pone difícil quedar para hacer algo de alpinismo. En estos casos, una buena forma de aprovechar algún tiempo para uno es cogerse la bici y tirar pal monte. Hoy quería hacer un recorrido algo más exigente de los que suelo hacer y así ha sido. He subido desde Jaca hasta la cima del Sayerri, que es la primera cima (la que queda más al sur), del cordal de Las Blancas.




Prado de narcisos, excusa perfecta para parar a hacer una foto (y beber agua). 1.300 m.





Una parada en Roda (1.500 m) para comer y beber. Al fondo el objetivo: la cima del Sayerri, 500 m más arriba.





Cima del Sayerri (2.016 m). Al fondo el Aspe.






Ladera descendida "campo a través"









(He puesto solamente desde el puerto de Borau, al que se llega por carretera desde Jaca, desviándose a la altura de Villa Juanita, entre Castiello y Villanúa, por la carretera que atraviesa Aratorés y va hacia Borau)