sábado, 6 de agosto de 2011

Conociendo Tendeñera y La Ripera







Valle de La Ripera. Al fondo a la izquierda, el pico de Tendeñera.




Hoy me he dado una vuelta solo, para hacer ejercicio aeróbico y no perder la costumbre de subir montañas. Nunca había estado en el pico de Tendeñera, ni conocía el valle de La Ripera, aunque había oído hablar de él, sobre todo de las enormes pardes que cierran el circo del mismo nombre. He madrugado en estilo alpino (a las 5:30 andando, desde el aparcamiento un poco por debajo de Forronías) y la mitad del valle, larguísimo por cierto, la he subido de noche. Así, en el circo de Ripera, cuando empiezas a subir de verdad hacia el collado de Tendeñera, aún, como quien dice, está amaneciendo. Una gozada, andar solo, en silencio, por el monte a esas horas.






Te permite, por ejemplo, quedarte un rato cara a cara con un sarrio (él, como si nada)








O ver cómo quiere amanecer...pero no puede











También un par de treparriscos peleándose por una trozo de roca (uno de ellos en la foto)







En la cima de Tendeñera, alargada, hay este pequeño pasito de cresta aérea.





Y en las próximidades de la cima, así como en el resto del recorrido, todas las plantas en flor, a veces parecía un verdadero jardín

























1 comentario:

memé dijo...

Hola treparriscos,
Me ha encantado el jardín silvestre, y la 'flor de nieu' en especial.
Un día subiendo al límite de mi aguante, asomó una florecilla por la rendija de entre inhóspitas rocas y tuvo el poder de enamorarme.
¿Será posible que este ser frágil y delicado me esté diciendo "ánimo, mujer,que puedes"?
Le sonreí, y seguí.
Muxus. Amá