lunes, 17 de marzo de 2014

Sesión doble


Domingo 16 de marzo, 5:30 A.M. pipipipi....pipipipi....¿Ya son las 6? ...pipipipi..¡A no!, que ayer adelanté media hora el reloj para salir al monte. Paro el despertador. Me levanto sin pereza. Preparo un café. Me visto en el salón, desayuno, preparo la mochila y salgo de casa. 6:30 de la mañana y ya estoy conduciendo hacia Canfranc. Aparco en el parking que hay a la izquierda de la entrada a Canfranc pueblo. Me pongo las botas que ya llevan 18 años conmigo, cargo la mochila con los esquís y me pongo a subir por la GR hacia Gabardito. Son las 7:00. Ya es de día. Recorro la parte baja del Barranco de los Meses, zetas y más zetas. Fuente de la pajeta, altitud: 1230 m. ¿Sólo? LLego a la pista de Gabardito, mientras el viento sopla fuerte en las copas de los pinos y se lleva las nubes altas del cielo aún sin sol. Bebo un buche de pureza en la fuente de los Abetazos. Empieza a aparecer nieve en la pista, al principio en parches dispersos. Ya hay más nieve que tierra en la pista cuando llego a Gabardito. Altitud: 1590 m (marca el cartel, que está mal; son 1470 en este punto, donde acaba el bosque y se abren los pastos repletos de gabarderas). 8:04 A.M. Me calzo los esquís. La nieve está blanda, porque ha hecho calor por la noche. Foqueo esquivando rosales. A partir de aquí entro en terreno desconocido. LLaneo bastante y con alguna suave subidita me voy directo al oeste, siguiendo el barranco de la Añaza. Paso entre pinos jóvenes, haciendo un poco el jabalí y llego a la parte más empinada. La supero dando algunas zetas en la ladera de nieve sopaza, ¡a estas horas!. Enfilo el centro del barranquito, y en pocas zetas cortas más estoy en la majada de la Añaza. No puede haber más nieve! Foqueo dando amplias zetas, sobre una ladera que cualquier esquiador encargaría, hacia la cima de Las Blancas. La nieve esta muy buena. Aquí hace más frío y los esquís solo se hunden 3 dedos. LLego al collado que hay debajo de la cima (altitud: 2050) y me tengo que resguardar del viento que me tira. Como un plátano y una barrita de cereales, bebo un poco de agua y quito las focas al resguardo de una caseta (por allí pasa la pista de Las Blancas). Son las 10:00. Paso de subir hasta la cima por el lomo, el viento no deja mover ni los bastones (cuando levantas uno ya se ha puesto horizontal). Así que me calzo los esquís y me tiro por la ladera. A pedir de boca. ¡qué grande al subir, y qué corta al bajar! Luego por la parte baja entre árboles y gabarderas, un poco de giros y un mucho de remar. Tengo que soltar la talonera. Se acaba la nieve y hay que volver a cargar el burro. En una piedra al sol, como y bebo al calorcito de las 11 de la mañana. La bajada hasta Canfranc me cuesta lo mismo que la subida (hay que cuidar las rodillas, que tienen que durar). 12:30 A.M., de nuevo en casa, se acabó la sesión de la mañana. Ducha, cerveza y a preparar la fondue.

Primer rayo de sol en el refugio López Huici

Pico de Tortiellas desde Gabardito

Barranco de La Añaza

Ladera entre la majada de Añaza y Las Blancas

Parte nevada de la excursión

Primeras hepáticas que veo esta temporada

21:00 del mismo día. Hago una perdida a Maite. Para entonces,  había secado botas y focas, me había vestido otra vez de montañero y había vuelto a hacer la mochila. Antes aún, había mandado 8 mensajes a amigos que hacen travesía por si se apuntaban a la sesión de noche, pero casi todos no podían. Es de noche, noche de luna llena. Recojo a Maite y tomamos carretera al valle de Tena. Paramos junto al cementerio de Sallent y nos preparamos para subir al monte Pacino. Después de cruzar la carretera vemos que hay poca nieve, muchas calvas. Es de noche y ninguno hemos subido nunca aquí. Deidimos no tentar a la mala suerte y nos vamos a Formigal. 22:30, parking de Sextas en Formigal, 1500 m de altitud. Un maquinista de la estación nos advierte del peligro: van a trabajar con cables en la zona de Tres Hombres, hacia donde queremos ir. Pero no empezarán hasta la una, así que nos ordena: "a la una tenéis que estar aquí de vuelta". Foqueamos bajo la luna por la pista del río. La pendiente es suave. La nieve está muy dura donde no han pisado, y la luna brilla en las huellas de esquís que han hecho hace pocas horas sobre nieve sopa. Vamos a buen ritmo. En la hoya de Furco pongo cuchillas. Las palas de la parte de arriba son más empinadas, sobre todo una cerca ya de la llegada del telesilla de Tres Hombres. Hago zetas con poca inclinación, canteando con mucho cuidado en la pala llena de bañeras. Justo a medianoche llegamos a la salida de la silla (2200 m). Saco unas cuántas fotos del paisaje espectacular, nevado y plateado del Valle de Tena bajo la luna llena. Rápidamente nos quitamos pieles y a esquiar. La nieve dura y bacheada nos obliga a cantear fuerte y a regular mucho la velocidad. Las piernas ya queman. De la mitad para abajo han pisado ya y me dejo llevar por la pista ancha y plana. La luna ilumina los 60 m de anchura de la pista, toda para mí. Disfruto de los giros. En esos momentos no siento el cansancio. LLegamos por fin al aparcamiento. Es la 1:04 del 17 de marzo.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Joder, qué sueño tengo.












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