martes, 23 de agosto de 2011

Palas, por el pitón Von Martin


Tenía hambre de alpinismo.


Quedo con Maite y con Arancha para una jornada de escalada en alta montaña, el Pitón Von Martin al Palas. Desde hacía mucho tiempo tenía ganas de subir esta ruta clásica del Pirineo, y este fin de semana anunciaban buen tiempo. Ola de calor más bien, y dónde mejor que lo más alto posible para que el calor no moleste demasiado.
Me pongo en marcha en La Sarra a las 5:30 a.m., subo china-chana, pero sin paradas, hasta los lagos de Arriel, y llego a las 7:35 al campamento donde me esperan Chan y Maite. Ellas subieron el día anterior. Sin perder el tiempo subimos a la base del pitón Von Martin y comenzamos a escalar a las 9:30. Buena hora. Vamos tres, escalando a largos, y eso, más un enganchón de la cuerda que Maite resuelve competentemente, hace que llevemos un ritmo más bien lento. Pero el día es muy bueno, evolluciona a mejor, y no nos metemos demasiada prisa. LLegamos a las 16:30 o así a la confluencia con la ruta normal de subida al Palas, encima de la chimenea Ledormeur. Comemos tranquilamente. Maite, mientras tanto, como nunca ha subido al Palas, se sube en un ti-ta a la cumbre y baja. Con todos los bártulos recogidos, bajamos con cuidadín la chimenea, y a las 19:00 estamos en los lagos de Arriel ordenando el material. Yo me bajo ya por donde había subido de madrugada, con las últimas luces del día. Las rodillas me responden bien, noto que estoy en forma. Apuro hasta La Sarra sin encender la frontal, pero llego a las 21:30 forzando algo la vista, ya en noche cerrada. 16 horas de actividad casi sin parar.


Ya estoy lleno.



Maite abre los primeros largos, bonitos, inventando el itinerario pero sin desviarnos del camino correcto.



Arancha llegando a la segunda reunión.



Empiezo a escalar mi parte, la arista hasta la cima del pitón.



Arancha llegando a la reunión bajo el diedro característico






Paso del diedro, corto y difícil.



Reunión en la bercha tras el Pitón.



Arancha en acción en el último largo, a la segunda aguja. Luego queda la trepada de segundo grado hasta la hierba.



Vista del Von Martín por la tarde, ya de bajada.




Cerca del LLano Cheto, hay una buena población de esta planta (Leuzea cynaroides) un pariente salvaje de la alcachofa, que es endémico del Pirineo.

1 comentario:

Amparito dijo...

Ya sabes lo que pasa con el hambre
Empiezas a comer y luego no puedes parar...
Que te aproveche
Me alegra leerte tan feliz
Tu chica,
Pili
Pd.-le sobra una l a evolución