domingo, 25 de marzo de 2012

Paseando por Paternoy



Los corzos campan a sus anchas en los alrededores de Paternoy.



Ayer fuimos a dar una vuelta por Paternoy. Este pueblo que queda al sur de la sierra de San Juan de la Peña, junto a un frondoso barranco con su mismo nombre, está abandonado. Pasear por sus calles entre sus grandes casas, medio derruidas y tapizadas de hiedra, acongoja. Uno no puede evitar tratar de imaginar el pueblo habitado. Pasas por la calle principal, delante de la escuela, intuyes la importancia de la plaza , no muy lejos de la iglesia. Intento imaginar la niñez de nuestra amiga Nati, antes de abandonar el pueblo para siempre. Entiendo la importancia para estas personas (casi todas ancianas ya) de volver aquí todos los años a celebrar la fiesta del pueblo.

Al pasear por los caminos que salen del pueblo, en el aparente salvaje paisaje no dejan de verse muros sólidos que resisten bien el paso del tiempo, delimitando el camino, los prados, el quejigal de los campos, las terrazas abancaladas. Uno ve, antes de cruzar el riachuelo, los restos de la acequia, y se imagina todos esos prados en terrazas, regados, produciendo hortalizas, cereal, forraje...

Ahora lo que queda es disfrutar de la naturaleza. De la gran tranquilidad en la que puedes escuchar y ver la cantidad de aves, una pareja de corzos...y el paisaje enorme que llega hasta los roquedos imponentes en la fachada sur de la sierra de San Juan de la Peña, bajo la atenta vigilancia de los viejos cajicos desmochados.


San Juan de la Peña al fondo


El joven aligustre nace en el brazo muerto del viejio cajico.


En Paternoy

1 comentario:

Amatxi dijo...

Creo que algun día Paternoy volverá a estar vivo
Creo que los humanos encontrarán otras formas de paso por este planeta, más cercanas a la vida de Nati´
Besos a los cinco visitadores d Paternoy
Amatxi