Hoy he subido a la Peña Oroel desde Jaca. Me gusta salir a hacer excursiones desde la misma puerta de casa, sin tocar el coche. La meteo daba malo y salía convencido de que me mojaría bastante, con el chubasquero recio y con bolsas de plástico para meter lo que peligrase. Durante la subida, el día muy plomizo, de bochorno, anunciaba agua. Sin embargo, ésta no ha llegado en toda la mañana. Al contrario, cuando me acercaba a la cumbre ha salido el sol que ha aguantado hasta el mediodía.
El boj en flor.
Ha sido una subida muy tranquila, en soledad y silencio, por lo que en el barranco de San Salvador he podido pararme a conteplar a este petirrojo entre la maraña de ramas aún sin hojas.
Las cárices son plantas, como las gramíneas, que se polinizan mediante el viento. En esta época tempranera se ven muy aparentes porque producen unos estambres muy grandes, con mucho polen.
Narcissus alpestris, una de las primeras flores que salen en las cercanías de la cima de Oroel.
El pinzón vigila sobre la Jacetania.
LLegando a Jaca, hago una paradita en los antiguos lavaderos. En los muros, florecen dos plantas muy típicas de las paredes de piedra, sobre todo en los pueblos.
La celedonia
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