El sábado pasado por la tarde nos fuimos a pasear cerca de Huesca, a un paseo muy agradable, con poco desnivel, en un paisaje fantástico del Prepirineo. Se trata de la ermita de San Julián, debajo de la Peña de Gratal. Se sale desde el punto más alto de la urbanización que hay encima del golf, y se sigue un camino muy bien marcado, que sube poco desnivel. Es sobre todo recomendable para el invierno, porque es un sitio muy cálido. Para muestra: hicimos todo este tramo de la excursión en camiseta, en un 5 de febrero.
Después de andar un rato, el camino se va introduciendo en la garganta (que también es un recorrido que suelen hacer los barranquistas), y se llega al entorno de la ermita, espectacular por las paredes de conglomerado que la rodean, y también por la vegetación y la fauna que se puede observar.
No menos espectacular es el sitio donde esta la ermita, de esas ermitas rupícolas que tanto abundan en la provincia de Huesca y que te hacen más fácil imaginar cómo sería la vida de los ermitaños...Ya sabían bien donde se ubicaban, porque desde luego el sitio tiene un microclima muy benigno, en el que los calores y los fríos extremos quedan fuera.
Esto se ve también por la vegetación. El encinar que puebla el fondo del barranco aquí (¡pero no 200 metros antes!) es un encinar que tiene plantas "frioleras", como el madroño (1), el durillo (2) o la zarzaparrilla (3).
Además, es un sitio muy bueno para observar rapaces, como este águila real que nos sobrevoló un momento:
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