Este viernes, me acompañan a una corta visita de seguimiento de flora todas las chicas. Como el sitio al que tengo que ir es de obligada visita (valle de Ordesa), aprovechamos para hacer una excursión superclásica del Pirineo que Alba y Luna todavía no conocen: ¡Ir andando desde la pradera de Ordesa hasta la Cola de Caballo!.
Al principio hay, como es hábitual, mucha gente. Después, a partir del mediodía, que nos toca ya bajar, vamos bastante solos en todo el recorrido. Las chicas responden bien a una caminata que para ellas ya empieza a ser bastante larga.
Jugar, saltar, cantar...divierte más que caminar.
Foto de familia obligada
Mirlo acuático junto a Cola de Caballo.
Un abejorro, liba sobre la centaurea.
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